Metatérminos

    Latencia

    Aunque parezca que la conexión a Internet sea instantánea, no lo es tanto, ya que los datos deben hacer un recorrido cuya duración se denomina latencia de red. La latencia es el tiempo medio que mide la velocidad a la que viajan los datos a través de toda la red, más concretamente, desde tu dispositivo al servidor, y del servidor de vuelta a tu dispositivo. La latencia se mide en milisegundos.

    A mayor latencia, más tiempo tardará un dispositivo en responder ante nuestras peticiones. En general, se estima que si la latencia supera los 200 ms, el dispositivo funcionaría demasiado lento para nuestro gusto.

    Jitter y ping: conceptos similares a la latencia, pero no iguales

    Hay dos conceptos que suelen confundirse con la latencia y entre sí frecuentemente: el jitter y el ping. Aunque todos estos conceptos estén interrelacionados, miden aspectos diferentes de las conexiones de red.

    A las variaciones de latencia a la que viajan los paquetes de datos a través de la red se les denomina jitter. Es decir, si hay poca variación entre el recorrido completo en la red entre un paquete y otro, el jitter será bajo, independientemente de lo que tarden. Si un paquete llega muy rápido y el otro se retrasa significativamente, el jitter será alto.

    El concepto más problemático es el ping, ya que muchas personas lo creen sinonímico a la latencia. El ping no es más que un método para medir la latencia, que consiste en enviar una señal y medir cuánto tarda en volver.

    ¿Qué factores influyen en la latencia de red?

    Hay una multiplicidad de factores que influyen en que la latencia sea mayor o menor, por lo que una latencia elevada no es un problema sencillo de solucionar en muchas ocasiones. Estos factores son:

    • Distancia física: Cuanto mayor sea la distancia entre los puntos de origen y destino, mayor será la latencia debido a que la señal necesita más tiempo para recorrer ese trayecto.
    • Ancho de banda: El ancho de banda es la cantidad de datos que pueden transmitirse en una red en un tiempo determinado. La capacidad de ancho de banda de la red influye en la cantidad de datos que pueden transmitirse simultáneamente. Si la red está saturada y recibe mucho tráfico, el envío y la recepción de paquetes de datos puede retrasarse.
    • Tipo de conexión a Internet: Una conexión tiende a una menor o mayor latencia en función de su tipología. Por ejemplo, las conexiones de fibra óptica tienden a tener una latencia más baja que las conexiones de cable coaxial o DSL.
    • Capacidad del equipo: La capacidad de procesamiento de los dispositivos de red, como los routers, también influye en la latencia. Un equipo más potente procesará el tráfico de manera más eficiente, con una reducción de latencia resultante.
    • Congestión de red: Si hay un pico de tráfico en la red en un momento dado que supere el ancho de banda, la red se congestiona y los paquetes de datos se amontonan y tardan más en alcanzar su destino.

     

    Consejos para mejorar la latencia

    Si bien la latencia es un asunto complejo en su faceta técnica, te damos unos consejos generales para optimizar la latencia que puedas sufrir en cualquier dispositivo:

    • Utiliza una conexión por cable en lugar de wifi: Las conexiones por cable Ethernet tienden a mostrar una latencia más baja que las conexiones inalámbricas, especialmente en entornos con muchas interferencias.
    • Optimiza tu red local: Limita el número de dispositivos conectados y optimiza la configuración de tu router.
    • Actualiza tu hardware: Si tu equipo de red es antiguo o está desactualizado, puede que sea el momento de ir renovándolo y sustituirlo por un modelo más moderno que ofrezca mejores prestaciones y capacidad de procesamiento.
    • Elige un buen proveedor de servicios de Internet (ISP) confiables: La calidad del servicio de tu ISP, comúnmente una empresa de telefonía, afecta significativamente la latencia de tu conexión a Internet. Investiga y elige un proveedor de servicios que ofrezca una buena infraestructura de red y un rendimiento confiable.
    • Utiliza servicios de red de alta velocidad: Si necesitas una latencia mínima para aplicaciones específicas, como juegos en línea o videollamadas de trabajo, contrata servicios de Internet de alta velocidad con garantía de calidad de servicio (QoS).
    • Optimiza la configuración de tu sistema operativo: Algunas configuraciones y programas consumen mucho ancho de banda y recursos de red, lo que lleva inevitablemente a aumentar la latencia. Es por eso que siempre debemos cerrar los programas que no estemos utilizando, especialmente si envían muchos paquetes de datos.
    • Utiliza servicios de red CDN (Content Delivery Network): Para mejorar la latencia al acceder a contenido web, es mejor utilizar servicios de red CDN, que distribuyan el contenido a través de servidores repartidos geográficamente para reducir la distancia física entre el servidor y el usuario final.