Metatérminos

    Internet de las cosas (IOT)

    El internet de las cosas, también conocido en inglés como Internet of Things (IoT), consiste en la interconexión de Internet con miles de dispositivos de formato físico en numerosas dimensiones de nuestra vida que mandan y reciben datos continuamente. Gracias a la comercialización de ordenadores asequibles y la generalización del uso de redes wifi, es pasmosamente sencillo convertir un objeto de cualquier tamaño o naturaleza en parte integral del internet de las cosas.

    Se da por hecho que un ordenador o una tablet son objetos que están conectados a una red global, por lo que cuando hablamos de internet de las cosas, no nos referimos realmente a cualquier dispositivo tecnológico común. Más bien, este término se utiliza para designar objetos que, en principio, no están pensados para conectarse a internet. Por ejemplo, el internet de las cosas no abarcaría un móvil actual, pero sí podría abarcar una bombilla, una lavadora o una pulsera. 

    Así pues, el internet de las cosas hace que toda la tecnología alrededor de nosotros esté más adaptada al medio y al ser humano, y que lo cotidiano se digitalice, fusionando el universo físico con el digital.

    Ventajas del internet de las cosas

    Distinguimos las siguientes ventajas:

    Conectividad y comodidad

    El IoT permite que los dispositivos estén interconectados, lo que facilita el acceso y control de múltiples aparatos desde cualquier lugar, brindando mayor comodidad a los usuarios. En una casa domotizada, no tendríamos que levantarnos del sofá para poner la lavadora.

    Automatización y eficiencia

    La automatización de tareas cotidianas a través del IoT puede mejorar la eficiencia energética, el manejo de recursos y la productividad, ya que muchos dispositivos pueden ajustarse automáticamente según las necesidades. Volviendo al ejemplo de la casa domotizada, podríamos poner un temporizador para regular la energía que gastamos de todos los electrodomésticos de la casa, incluyendo la iluminación.

    Mejora en la atención médica 

    Los dispositivos médicos conectados al internet de las cosas proporcionan un seguimiento más preciso de los parámetros de salud (presión arterial, tensión, temperatura corporal, etc.) de los pacientes incluso cuando estos no están presentes en el hospital y permitir intervenciones tempranas en caso de emergencias médicas.

    Innovación y nuevas oportunidades de negocio

    El IoT ha dado a luz nuevas ideas y oportunidades de negocio, estimulando la innovación en diversas industrias y mejorando la calidad de vida.

    Desventajas del internet de las cosas

    El IoT también presenta algunas desventajas o retos a los que enfrentarse en la actualidad:

    Seguridad y privacidad

    La interconexión de dispositivos aumenta el riesgo de ciberataques y el acceso no autorizado a datos personales, ya que los hackers contarían por varias puertas de entrada y podrían acceder fácilmente a una gran cantidad de información compartida entre todos los dispositivos

    Dependencia de la conectividad

    Si la conexión a Internet falla, algunos dispositivos IoT pueden volverse inútiles o perder funcionalidades importantes. Es por eso que, aparte de recurrir a la tecnología inalámbrica, hay que tener un plan de emergencia con alternativas tradicionales por si se corta la red wifi.

    Coste y complejidad

    La implementación de dispositivos IoT puede ser costosa y compleja, especialmente para pequeñas empresas o usuarios con recursos limitados. La integración del internet de las cosas en un espacio implica comprar sensores, actuadores y otros dispositivos especializados que puedan comunicarse entre sí y con una plataforma central.

    Ejemplos de internet de las cosas

    El mejor ejemplo que se nos puede ocurrir y que ya hemos mencionado anteriormente es la domótica en los hogares. En estas casas de tecnología punta, todos los dispositivos como el frigorífico, los grifos, las luces, las persianas y otros más están interconectados y pueden modularse mediante un ordenador o teléfono móvil.

    Otro ejemplo que suena futurista, pero es muy real es el de las ciudades inteligentes. Llamamos a una ciudad inteligente cuando utilizan la tecnología de la información y comunicación (TIC) y el Internet de las Cosas (IoT) para mejorar la calidad de vida de sus habitantes, optimizar recursos, promover la sostenibilidad y mejorar la eficiencia en la prestación de servicios públicos. Algunas ciudades inteligentes son Shanghái, París y Nueva York.

    En la logística, el internet de las cosas ha interconectado todo el proceso de envío y recepción de pedidos. Así pues, se puede monitorear rigurosamente los movimientos de la mercancía, escoger la mejor ruta para su transporte, controlar la cadena de frío eficazmente, automatizar la carga y descarga de materia pesada y recopilar datos para optimizar procesos de trabajo.