5 mejores prácticas de mantenimiento de software
El mantenimiento de software es una fase crítica en el ciclo de vida del desarrollo de software que implica la mejora, corrección y optimización de un sistema o aplicación ya existente.
Con el tiempo, es inevitable que surjan errores en el software debido a diversas razones, como problemas de diseño, fallas en la implementación o cambios en los requisitos del cliente. Es por eso que el mantenimiento de software resulta indispensable para cualquier empresa que vele, no ya solo por la calidad de sus productos, sino también por su ciberseguridad y su rendimiento económico.
En esta entrada de EducaOpen te vamos a explicar los cuatro tipos principales de mantenimiento de software que debemos implementar en un plan de mantenimiento. Además, te daremos nuestras recomendaciones profesionales sobre las mejores prácticas de mantenimiento de software que puedes tener en cuenta.
4 tipos de mantenimiento de software
Aunque el mantenimiento de software ha de ser total, en función de las características propias de cada sistema y de las circunstancias, puede ser aconsejable concentrarse más en un aspecto de su mantenimiento. Así pues, distinguimos los siguientes tipos de mantenimiento de software:
Mantenimiento preventivo
Este consiste en revisar periódicamente el código del software para mantenerlo actualizado y limpio, evitando su deterioro y agilizando su adaptación a cualquier cambio. Todas las empresas deberían invertir en mantenimiento de software preventivo, ya que reduce los fallos que puedan aparecer, optimiza el rendimiento del sistema y ahorra costes.
Mantenimiento correctivo
Este tipo de mantenimiento, en contraposición con el mantenimiento preventivo, está pensado para dar respuesta ante bugs y otros defectos encontrados en el software que impactan negativamente en su diseño, lógica, funcionalidad o código.
Lo más común es que estos fallos se corrijan después de recibir una notificación por parte de un usuario. Sin embargo, establecer revisiones periódicas del estado del software permite a los desarrolladores mismos encontrar fallos con anterioridad.
Mantenimiento adaptativo
Los productos de software están sujetos a cambios, a veces de menor escala y en ocasiones más drásticos. Por eso es necesario incorporar un mantenimiento adaptativo cada vez que se efectúan cambios operativos en alguna parte del sistema. De esta forma, garantizamos que un producto de software sigue siendo usable después de implementar modificaciones de calado.
Mantenimiento perfectivo
A medida que los usuarios reales van explorando la aplicación o programa y usándolo en su día a día, van dándose cuenta de posibles adiciones que lo harían más completo y útil. El mantenimiento perfectivo, como su nombre indica, trata de perfeccionar lo que ya existe, añadiendo nuevas funcionalidades y quitando aquellas que no son tan efectivas.
Mejores prácticas del mantenimiento de software
Implementar buenas prácticas en el proceso de actualización y mejora del software es crucial para el buen funcionamiento de las empresas y sus procesos de trabajo. Es por eso que en EDUCA Open vamos a proporcionarte nuestras recomendaciones estrella en mantenimiento de software:
Desarrolla un plan de mantenimiento
Uno de los primeros pasos para asegurar un mantenimiento de software eficiente es elaborar un plan, es decir, un documento en el que se esboce cómo el sistema de software va a mantenerse a lo largo del tiempo. Este puede contener datos relevantes como los recursos disponibles, un calendario de mantenimiento, el presupuesto destinado y la gestión de riesgos.
Al hablar de recursos disponibles hacemos referencia tanto al personal como a las herramientas que el sistema requiere para su mantenimiento correcto. El calendario designa todas las tareas de mantenimiento que hay que realizar periódicamente, y en la presupuestación figura la partida destinada a los costes de mantenimiento del software. Por su parte, la gestión de riesgos es una hoja de ruta para identificar y eliminar vulnerabilidades del sistema de software.
Lo recomendable es revisar y actualizar el plan de mantenimiento con cierta regularidad.
Documenta el sistema y sus componentes
Esta documentación ha de comprender aspectos fundamentales como la arquitectura del sistema, el código fuente, casos de prueba y procedimientos de despliegue.
- La arquitectura del sistema describe los componentes del sistema y cómo interactúan entre ellos.
- Las prácticas de código que se empleen deben documentarse para favorecer su legibilidad.
- Documentar unos casos de prueba (o test cases, en inglés), así como los procedimientos estándares de despliegue del sistema, hará posible que se repitan en el futuro de forma consistente.
Todo este registro les sirve a los desarrolladores, especialmente para los recién contratados, para comprender mejor cómo funciona el sistema y colaborar de forma más efectiva en tareas de mantenimiento de software.
Pon en práctica el desarrollo guiado por pruebas
Del inglés test-driven development (TDD), se trata de una metodología de desarrollo de software en la que los casos de prueba se escriben antes que el código, lo que garantiza que se cumplan los requisitos del software y minimiza los fallos del sistema.
Así pues, en esta metodología los desarrolladores escriben casos de prueba de cara al código que quieren escribir. Después, escriben el código para darles el visto bueno mediante estos mismos casos.
Utiliza el control de código fuente y el registro de versiones
Con estas herramientas, los desarrolladores pueden trabajar conjuntamente en una misma base de código e ir documentando todos los cambios efectuados a lo largo del tiempo. Además, un registro de versiones también permite recuperar versiones previas del sistema, lo que ayuda a resolver problemas de mantenimiento del software y a detectar fallos en el código.
Evalúa sistemáticamente el rendimiento del sistema
Establece unos KPI o indicadores de rendimiento significativos que denoten de forma fiel y útil cuán eficiente es el funcionamiento del sistema. Esto resulta de suma utilidad para el mantenimiento de software, ya que a partir de ellos se pueden identificar carencias e implementar mejoras para solventarlas.
Algunos de estos indicadores de rendimiento cuantitativos y cualitativos son el uptime, el consumo de recursos, las opiniones de los usuarios, latencia, ratio de respuesta, ratio de errores, etc.
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