Los bootcamps de programación: ¿una estafa?
La programación, el desarrollo de software, la ciencia de datos, el diseño UX, la analítica web, e incluso el marketing digital en su conjunto, son disciplinas dentro del sector tecnológico que han experimentado un crecimiento en popularidad desorbitado en los últimos años, a la par que su demanda laboral por parte de todo tipo de empresas. De igual forma, los bootcamps de programación también se han convertido para muchas personas en una oportunidad de oro orientada a dar el salto definitivo hacia el sector de las tecnologías.
¿Estás planteándote estudiar un bootcamp de programación?, ¿no sabes si te convendría otro tipo de formación en función de tus objetivos? En este artículo te contamos un poco más sobre la utilidad de los bootcamps de programación, qué debes contemplar antes de lanzarte a estudiar uno y te contamos qué puedes conseguir estudiando uno y qué no.
El auge de los bootcamps
Los bootcamps de programación no empezaron a estar en boca de todo el sector tech hasta 2020, fecha en la que empezaron a subir como la espuma en número y popularidad. Pero los bootcamps no surgen con tanta fuerza por mera moda o por tener una titulación vistosa que colocar en el currículum, sino para suplir una necesidad formativa que el mercado llevaba echando en falta desde hace tiempo. Y por mercado nos referimos a miles de personas de todos los trasfondos educativos y edades que quieren formarse en disciplinas tan prácticas como la programación, pero que no encontraban una vía de entrada realista y alineada con sus objetivos.
Otro factor que contribuyó decisivamente a que los bootcamps cobrasen tanta relevancia en el mercado educativo fue la pandemia. Durante este tiempo de encierro físico e introspectivo, muchas personas se replantearon su trayectoria profesional y estuvieron más expuestas al ámbito digital, por lo que se sintieron especialmente interesadas por el sector laboral de las tecnologías. Por norma general, estas personas estaban en ámbitos laborales totalmente alejados de la programación y no buscan formarse estudiando una larga y ardua carrera como ingeniería informática.
A su vez, la situación de precariedad e incertidumbre laboral que viven muchas personas ha provocado un influjo ingente de nuevos estudiantes en bootcamps de programación que buscan una vía rápida para iniciarse en un sector que ofrece condiciones muy ventajosas, o que al menos es lo que promete. Estabilidad, buen salario, teletrabajo, horarios flexibles, beneficios adicionales, etc. Son condiciones y ventajas que muy pocas empresas ofrecen en muchos ámbitos, cuando en los trabajos relacionados con las nuevas tecnologías y la programación es la norma.
¿Son útiles los bootcamps?
Depende de para qué. La mayoría de bootcamps ofrecen un acceso directo a un empleo después de cursarlos y adquirir las competencias que se requieren, por lo que podría decirse que sí son muy útiles respecto a los propósitos de gran parte de los estudiantes que estudian en ellos: conseguir empleo. Conseguir un primer trabajo en un ámbito en el que nunca habías trabajado es ciertamente complicado y tedioso, y un bootcamp de programación es una pasarela directa hacia una empresa.
Además, son especialmente útiles si se quiere aprender a manejar un lenguaje de programación o framework en concreto para realizar tareas específicas. Esto es, un bootcamp ofrece una formación eminentemente práctica sin ahondar mucho en aspectos teóricos. Así pues, por norma general, un bootcamp es útil, pero debes tener en cuenta ciertos aspectos antes de decidirte por uno.
A continuación, te formulamos un par de aspectos que debes considerar para decidir si te conviene cursar un bootcamp o si, por el contrario, te conviene otro tipo de formación:
- Cuáles son tus metas: Antes de decidirte por un bootcamp de programación, es fundamental tener claras tus metas y objetivos. ¿Quieres adquirir habilidades específicas para un trabajo en particular? ¿Buscas cambiar de trayectoria profesional o mejorar tus habilidades actuales en programación? Definir tus metas te ayudará a elegir un bootcamp que se alinee con lo que esperas lograr.
- Qué empresa los ofrece: Es esencial que te informes en profundidad de la empresa que imparte el bootcamp en cuestión para asegurarte de que vas a recibir una educación útil y que te garantice una inserción laboral exitosa. Investiga sobre la reputación de la empresa y la calidad de sus docentes. También puedes buscar reseñas y testimonios de estudiantes anteriores en LinkedIn para obtener una idea clara de lo que puedes esperar.
- Recorrido formativo: Asegúrate de que el itinerario formativo del bootcamp que quieres cursar cubra los temas y tecnologías que son relevantes para tus metas. Considera la duración del programa, su intensidad (y si puedes dedicarle el tiempo que se merece) y si ofrece oportunidades de proyectos prácticos que te permitan aplicar lo que aprendes en un entorno real.
- Precio: En general, el precio de un bootcamp de programación abarca desde los 4000 € hasta los 7000 €, por lo que no es un dinero que invertir a la ligera. Compara los precios de diferentes programas y evalúa qué incluye cada uno (materiales de estudio, acceso a recursos adicionales, bolsa de empleo, apoyo posterior para la inserción laboral, etc.). Si lo necesitas, contempla si el bootcamp ofrece opciones para financiarlo o algún tipo de beca
- Atento a los vendehúmos: Por desgracia, en la industria de los bootcamps de programación, como en todo el sector digital y tecnológico, hay personas y empresas que ofrecen promesas poco realistas ("¡Conviértete en desarrollador full-stack en tan solo 3 meses!") y que juegan con la ilusión y desesperación de la gente. Mantente alerta ante las afirmaciones exageradas y el lenguaje pomposo, y busca programas que sean transparentes y honestos sobre lo que ofrecen y lo que no.
Conclusión: ¿vale la pena estudiar un bootcamp de programación?
Si quieres estudiar programación, lo ideal es que te formes por tu cuenta o en una formación más extensa que puedas aplicar en la práctica, pero sin ignorar toda la parte teórica que hay detrás. En general, los programadores con experiencia ven con malos ojos los bootcamps de programación, puesto que son formaciones prácticas, pero demasiado simplistas, que no preparan suficientemente a sus estudiantes para desarrollarse de forma autónoma en este sector. ¿Qué entendemos por desenvolverse por sí mismo? Ser capaz de transferir los conocimientos aplicados en una tecnología a otros.
Si aprendes a manejar un framework de forma que “Si escribes X pasa Z”, realmente estás empleando el lenguaje de programación como una varita mágica. Es decir, sabes utilizarlo, pero no comprendes realmente por qué funciona así. De esta forma, los estudiantes de bootcamp no muestran la capacidad de resolución de problemas y de adaptación que sí muestran otros trabajadores con experiencia autodidactas y que se han formado desde la base.
Si quieres conseguir trabajo rápido, puede que un bootcamp sea tu mejor opción. Pero si lo que quieres es realmente convertirte en un programador resolutivo por el que las empresas se den tortas y garantizar tu competitividad en el futuro, entonces te conviene una formación diferente. Te invitamos a que le eches un vistazo a nuestros másteres de programación, en los que te ofrecemos una formación especializada, exhaustiva y que combina la teoría con la práctica que todos los estudiantes de programación buscan.
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