Los videojuegos en la educación: un recurso didáctico por explorar

Vivimos en una era digital en la que la tecnología se ha filtrado por las rendijas de todos los ámbitos, y también de la educación. Entre las muchas herramientas educativas que podemos distinguir encontramos una un tanto inexplorada y, hasta cierto punto, estigmatizada: los videojuegos. Esta se enmarca dentro del concepto de gamificación, y sirve para amenizar las clases y para que los estudiantes asimilen conceptos más fácilmente mediante la diversión. ¡En este artículo de EducaOpen te lo explicamos!

Beneficios de los videojuegos en la educación

Jugar a videojuegos, más allá de un pasatiempo, es también una actividad de ocio que tiene un impacto positivo en algunas facetas educativas de los niños. En primer lugar, porque es una puerta de entrada al mundo digital en el que los estudiantes pueden alfabetizarse y adquirir competencias digitales casi sin darse cuenta. Además de esto, distinguimos otros beneficios:

Desarrollo de habilidades cognitivas

Los videojuegos son, en muchos casos y dependiendo de su tipología, un gran desafío en el que los estudiantes deben recurrir al pensamiento crítico y a cierta planificación estratégica para avanzar en la trama o niveles. Esta constante estimulación mental fortalece la capacidad de los estudiantes para resolver problemas y les enseña a analizar situaciones desde diferentes perspectivas.

Desarrollo de habilidades motrices

Los videojuegos también promueven el desarrollo de habilidades motrices, especialmente la conexión cerebro-mano. Al manipular un mando o un teclado, los jugadores ejercitan la coordinación entre sus acciones físicas y la interfaz del videojuego en pantalla. Esta sincronización entre el cerebro y las manos es fundamental también para actividades cotidianas como escribir, dibujar, entre otras tareas manuales.

Mejora de la concentración

Para poder jugar con desenvoltura a la mayoría de videojuegos, los estudiantes deben mantener un alto nivel de atención y concentración durante períodos prolongados. Esta habilidad es transferible a entornos educativos, donde los estudiantes pueden aplicar la misma capacidad de concentración en tareas como la resolución de problemas matemáticos o la lectura de textos complejos.

Entrena la resolución de problemas y la creatividad

Muchos juegos presentan escenarios complejos que requieren de acciones innovadoras y creativas. Al superar pequeños retos, los estudiantes aprenden a pensar de manera flexible y a buscar soluciones fuera de lo convencional. Esta mentalidad creativa es esencial en el ámbito educativo, en el que los estudiantes deben encontrar soluciones originales para problemas que se les vaya planteando en el aula.

Es una fuente de motivación

Lo mejor de los videojuegos para los alumnos es que no son tan tortuosos como los deberes ni como prestar atención a una clase durante una hora. Si bien hay alumnos más predispuestos a mostrarse curiosos ante el saber, las clases se suelen concebir como algo pesado en muchos casos. Con los videojuegos eso no pasa; los alumnos lo toman como un pasatiempo que les gusta. Los videojuegos son una fuente de aprendizaje lúdico que van automáticamente asociados a la concentración.

Los videojuegos educativos

Los videojuegos educativos son una herramienta muy potente para enseñarles a los alumnos sobre diversas materias de una manera interactiva y sin aburrirlos. A diferencia de los videojuegos corrientes, estos juegos educativos están diseñados específicamente para enseñarles conceptos académicos a los alumnos mientras se divierten con el objetivo de que los estudiantes puedan interiorizar conocimientos más fácilmente y desarrollar habilidades esenciales para su educación.

Por ejemplo, consideremos un videojuego educativo diseñado para enseñar el concepto de mínimo común múltiplo (mcm) en Matemáticas. En este videojuego, los estudiantes podrían encontrarse con diferentes escenarios donde deben encontrar el mcm de varios números para avanzar al siguiente nivel. Para ello, se les puede plantear retos pequeños, pero cognitivamente exigentes, como resolver rompecabezas, superar obstáculos o competir en minijuegos, todo mientras aplican el concepto de mcm de manera práctica. Además, concedería recompensas por respuestas correctas como aliciente para que el estudiante siguiera motivado y jugando.

Otro ejemplo sería un videojuego educativo destinado a ayudar a los estudiantes a analizar oraciones sintácticamente en Lengua. El juego consistiría en que los estudiantes identifiquen y clasifiquen diferentes elementos de una oración, como el sujeto, el predicado, los complementos, etc. Podrían interactuar con personajes del juego que les presenten oraciones para analizar, y a medida que avancen en el juego, se encontrarían con oraciones más complejas y desafiantes. Algunas actividades incluirían arrastrar y soltar palabras para formar oraciones correctas, resolver acertijos lingüísticos o incluso crear sus propias oraciones regidas por normas sintácticas concretas.

Minecraft como videojuego educativo

Este es un excelente ejemplo de cómo un videojuego puede convertirse de un pasatiempo muy popular a una herramienta educativa de última generación. Aunque inicialmente se ideó como un juego de construcción y exploración, su flexibilidad y capacidad para la creatividad lo han convertido en una plataforma ideal para la educación en diversos campos.

En el ámbito educativo, Minecraft se ha utilizado para enseñar una amplia gama de temas, desde matemáticas y ciencias hasta historia y arte. Una de las razones por las que Minecraft es tan efectivo como herramienta educativa es su espíritu colaborativo, que fomenta también la resolución de problemas y la creatividad.

Por ejemplo, en el campo de las matemáticas, los estudiantes pueden utilizar Minecraft para explorar conceptos como geometría, proporciones y áreas. Es más fácil visualizar y comprender mejor estos conceptos de una manera práctica y tangible si son ellos mismos las que las construyen en un videojuego.

En ciencias, Minecraft se ha utilizado para simular experimentos, explorar conceptos de física y química, e incluso para enseñar sobre biología y ecología. Los estudiantes pueden construir mundos virtuales en los que experimentan de primera mano con fenómenos naturales, como la gravedad, la energía y el ciclo del agua.

Desventajas de los videojuegos en educación

Como podemos imaginar, jugar a videojuegos no siempre trae beneficios en el plano educativo. De hecho, puede ser hasta contraproducente. Para que un videojuego resulte útil en este sentido, ha de tener una clara orientación pedagógica. No todos los videojuegos estimulan las habilidades cognitivas ni sirven de algún propósito, sino que muchos solo sirven para matar el tiempo.

La mayor desventaja de los videojuegos es su potencial adictivo. No es raro oír a padres exasperados por la cantidad de tiempo que sus hijos pasan en balde jugando a videojuegos, en lugar de dedicarse a actividades más enriquecedoras. El hecho de pasar horas jugando a videojuegos hace que los alumnos se aíslen del mundo. En algunos casos, este afán por los videojuegos viene acompañado de habilidades de socialización pobres.

Así pues, los videojuegos que los docentes decidan incorporar en clase deben tener un objetivo didáctico claro y estimular suficientemente las capacidades motrices y cognitivas de los estudiantes. Hemos de ser conscientes de todo lo bueno que los videojuegos educativos pueden aportar en un aula, pero también de sus peligros.